jueves, 14 de enero de 2016

EL DIÁLOGO



* El diálogo, por su parte, es básicamente esto:

Es decir, es un intercambio comunicativo entre dos (o más) interlocutores que se van alternando en los papeles de emisor y receptor. En este vídeo se ve muy claro cómo, en ocasiones, Shrek está hablando mientras Asno escucha; y en otras es justo al revés: Shrek oye lo que Asno está diciendo. Los dos personajes se van intercambiando los roles de emisor y receptor y, por eso, sabemos que lo que están haciendo es un diálogo. Cada una de las veces en las que los interlocutores intercambian dichos papeles se llama turno de palabra.

Los diálogos pueden ser:

A) Espontáneos, que son aquellos en los que se usa un lenguaje coloquial y no están planificados, se van improvisando sobre la marcha. Los diálogos que tenemos con nuestros amigos, padres, compañeros de clase, etc., serían de este tipo.

B) Planificados, que son aquellos en los que se emplea un lenguaje mucho más formal y siguen un guión establecido. Comprobadlo en el siguiente ejemplo:


En esta entrevista de trabajo, tanto la entrevistadora como el aspirante al puesto emplean un lenguaje muy correcto y educado, y lo que dicen (sobre todo la entrevistadora) está planeado desde el primer minuto hasta el último. Así son los diálogos planificados.

Por último, aunque el diálogo se da fundamentalmente en la comunicación oral, también puede aparecer en la escrita: entrevistas en periódicos o webs, guiones de teatro o cine, diálogos entre personajes de una narración... Cuando pasamos a escrito un diálogo, podemos hacerlo de dos formas:

1) Empleando el estilo directo, es decir, reproduciendo exactamente todas y cada una de las palabras que han dicho los interlocutores. Por ejemplo, si escribiéramos el diálogo de Shrek usando el estilo directo, obtendríamos un texto así:

Shrek: Para tu información, un ogro es más complejo de lo que la gente cree.

Asno: Pon un ejemplo.

Shrek: ¿Un ejemplo? ¡De acuerdo! Mmmm... Un ogro es ¡como una cebolla!




2) Empleando el estilo indirecto, en el que ya no se reproducen con exactitud las palabras de los interlocutores, sino que estas se interpretan. Siguiendo con el mismo ejemplo:

Asno le pidió a Shrek que pusiera un ejemplo. Shrek le dijo que un ogro es como una cebolla.



¿Veis cómo no he escrito exactamente lo que dicen Shrek y Asno? Más o menos he puesto lo mismo, pero no es igual al diálogo en estilo directo, ¿verdad? Esto es lo que conocemos por estilo indirecto. Por cierto, ¿os habéis fijado que he puesto en negrita unos verbos? Cuando usamos el estilo indirecto, debemos introducir las palabras de los personajes con unos verbos de habla (decir, pedir, afirmar, resaltar, gritar, indicar, informar...), así como con la partícula 'que'.